Pegado y Faceteado de Piedra Preciosa
Talla de Piedras - Parte 1
Talla de Piedras - Parte 2
jueves, 24 de abril de 2008
Una vez obtenida la gema en bruto del yacimiento comienza el proceso de dar más valor y belleza a la piedra, para conseguir su comercialización en las mejores condiciones económicas. En general, este proceso se basa, por una parte, en la talla de las piedras y, por otra, en los distintos procesos de tratamiento térmico, por radiación, por tinción, etc.
La talla y el pulido de las gemas son operaciones que tienen por objeto resaltar al máximo sus cualidades de color, brillo, transparencia, dispersión y resplandores, aún a costa de perder material y, en consecuencia, peso.
Si bien el pulido superficial de las gemas se practica desde la antigüedad, la talla según pautas establecidas es muy posterior. Hasta el comienzo del Renacimiento las gemas se utilizaban, en su gran mayoría, en formas redondeadas, frecuentemente perforadas y atravesadas por un hilo o cordón. Esta práctica no se debía a que se desconocieran técnicas de talla, porque las tallas en cabujón y la glíptica (arte de tallar escenas en gemas) habían adquirido un importantísimo desarrollo muchos siglos antes, sino porque se prefería conservar el mayor peso de la piedra, en lugar de conseguir sus mejores propiedades ópticas.
A partir del siglo XIV se desarrolla extensamente el facetado de las gemas, conjunto de técnicas mediante las cuales se limitan éstas por caras planas y pulidas, talladas de tal forma que se consigan los mejores efectos. Normalmente se aplica a piedras transparentes, mientras que las tallas en cabujón (limitadas por una o dos caras curvas) se reservan para piedras opacas, de menor calidad y con efectos ópticos especiales (asterismo, efecto ojo de gato, adularescencia, etc.).
Aunque el facetado depende de la experiencia y buen gusto del tallista, algunas de ellas se han pensado como muy adecuadas a las propiedades físicas de un determinado mineral. En particular, la talla brillante es la más adecuada para aplicarla al diamante, porque consigue con la mayor eficacia que todos los rayos incidentes salgan por la corona. De este modo, en función de su índice de refracción, se consigue el mayor fuego, el mejor efecto de dispersión y el mayor brillo. No obstante, la talla brillante, como todas las demás, se puede aplicar a cualquier gema.
Los tipos de tallas se pueden dividir en grupos. Siguiendo lo indicado en el Tratado de Gemología del Instituto Gemológico Español, pueden establecerse los grupos siguientes:
Talla brillante | Tallas sello |
Tallas derivadas del brillante | Talla mixta |
Tallas sencillas | Talla briolette |
Tallas brillante modificadas | Talla princesa o perfilada |
Tallas esmeralda | Tallas barión y radiant |
Otras tallas con galerías | Tallas cabujón |
Tallas rosa | Tallas fantasía |
Tallas cruzadas o en tijera |
Las tallas más importantes son:
- La talla brillante es la más clásica y utilizada para el diamante. Consta de 58 o 57 facetas, según se trunque o no el vértice inferior, llamado culet.
Nomenclatura y disposición de las facetas en la talla brillante:
Corona:
a) - Tabla o faceta principal;
b) - 8 facetas estrella;
c) - 8 facetas fundamentales superiores o cuadrangulares
d) - 16 facetas triangulares.
Culata:
a) - 16 facetas triangulares o medias facetas inferiores;
b) - 8 facetas fundamentales inferiores
+ 1 culet
Hasta principios del siglo XX, la evolución de la talla de los diamantes se desarrolló de forma empírica, siendo las mejoras el resultado de la práctica artesanal. En 1919 Marcel Tolkowsky realizo los primeros estudios técnicos teniendo en cuenta las propiedades ópticas del diamante y las reacciones de la luz al redactarse en su interior. Tras algunos retoques posteriores en la determinación de los ángulos de la corona y la culata, estableció las medidas "ideales" para la talla brillante. Dicho nuevo modelo de la talla fue rápidamente apreciado . La mejora del aspecto de diamante ha sido tal, que numerosos dueños de diamantes de talla antigua decidieron la retalla de sus piedras, a pesar de la gran pérdida en peso, que supone esta operación.
- Las tallas derivadas del brillante tienen el mismo número de facetas, pero su contorno no es circular. Son las denominadas talla ovalada u oval, marquís o marquesa, pera o perilla y corazón.
- Las tallas con galerías son aquéllas cuyas facetas tienen forma de trapecios alargados, con las aristas paralelas. Pueden ser rectangulares y cuadradas y se usan normalmente en piedras coloreadas. Singularmente, en las esmeraldas, por lo que algunas de ellas reciben el nombre de talla esmeralda.
- La talla sello es especial, con una tabla muy grande, rodeada de una estrecha galería trapezoidal, y sin culata. Se utiliza para piedras translúcidas y opacas, y es muy adecuada para grabar en la tabla escudos o emblemas.
- Las tallas en cabujón son tallas no facetadas, con una o dos superficies curvas. Los cabujones pueden ser sencillos, dobles o huecos. Se utilizan, como se ha dicho, para piedras poco transparentes, de poco valor o con resplandores especiales.
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